De pequeña, me fascinaban las mermeladas, mi preferida por encima de todas, sin dudas, era la de guayaba y es que las frutas tropicales son especiales para preparar esta mezcla pastosa que le viene muy bien a una buena tostada de pan.
La mermelada es una receta antigua que surgió a partir de la necesidad de conservar las frutas en el tiempo. A pesar de su longevidad, su esencia no ha variado: consiste en mezclar la pulpa de los frutos con azúcar. Podemos hacer mermeladas de prácticamente todas las frutas, dependiendo de tus gustos, ya sea que prefieras los sabores más dulces y tiernos o el ácido de los cítricos.
Para esta receta, en ausencia de mis guayabas, me decidí por la frambuesa. El sabor de esta fruta, unido a su toque ácido, me parece un balance perfecto. Hoy, además, vamos a añadir un ingrediente que le dará un gusto peculiar y que no dudarás en utilizar nuevamente en tus mermeladas: me refiero al romero fresco. ¡Anímate y vamos a comenzar!

Ingredientes:
-
1 kg de frambuesas frescas
-
750 g de azúcar
-
El jugo de 1 limón
-
Una rama de Romero fresco
Instrucciones:
-
Preparar las Frambuesas:
-
Lava bien las frambuesas frescas, colócalas en una olla y añade el azúcar. Remueve bien para que todas las frambuesas queden cubiertas por el azúcar.
-
-
Añadir Jugo de Limón:
-
Agrega el jugo de limón y la rama de Romero a la mezcla. El limón ayudará a realzar el sabor de las frambuesas y a espesar la mermelada.
-
-
Cocinar la Mezcla:
-
Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-alto, removiendo constantemente para evitar que se pegue al fondo de la olla. Una vez que observemos una consistencia más gruesa debemos retirar del fuego para evitar que la fruta pierda su color natural ya que si nos excedemos en el tiempo de cocción obtendremos una mezcla marrón perdiendo el color original de la fruta.
-
Una vez bajada del fuego dejar enfriar en la nevera para luego servirla.
-

Las mermeladas son como decía al inicio el complemento perfecto para una tostada de pan en tus desayunos, pero su versatilidad va mucho más allá. Podemos servirlas también con quesos, preferentemente blancos y suaves, como el queso fresco o el queso crema, que no le quitan protagonismo a su sabor. Son, además, una excelente opción como relleno de bizcochos, tartas y empanadas dulces. Intenta añadirla a tus helados y yogures para un toque original y afrutado. La posibilidad de combinarla con otros ingredientes es infinita.
En la sección de fotos, seleccionamos un fondo claro para resaltar el color vibrante y potente de la frambuesa. Optamos por utilizar vajilla blanca y transparente, lo que permitió que el color rosado intenso de la mermelada resaltara en la fotografía. Este contraste no solo destaca la belleza natural de la fruta sino que además deja ver su textura fácilmente. Como siempre te invito a que hagas nuestra receta en casa, tomes tu foto y la compartas en tus redes.